Introducción
En España, las bajas laborales pueden clasificarse principalmente en enfermedad común y accidente laboral, y cada una presenta características, trámites y derechos diferentes. La baja por enfermedad común se aplica cuando el trabajador no puede desempeñar sus funciones debido a una patología no relacionada con su actividad profesional, como gripe, infecciones, lesiones no laborales o enfermedades crónicas. Para tramitarla, es necesario acudir a un médico de la Seguridad Social o a la mutua colaboradora, quien emitirá un parte de baja que debe entregarse a la empresa y, en algunos casos, a la mutua. Durante este período, el trabajador percibe una prestación económica, calculada sobre un porcentaje de su base reguladora, y está obligado a enviar partes de confirmación periódicos para mantener la cobertura y la asistencia médica.
Por otro lado, la baja por accidente laboral se produce cuando la incapacidad temporal deriva de un accidente ocurrido durante el trabajo o como consecuencia directa de la actividad laboral. En estos casos, la tramitación y la compensación difieren de la enfermedad común.
Qué es la baja laboral común
La baja laboral común, denominada formalmente como incapacidad temporal por enfermedad común, se concede cuando un trabajador no puede realizar sus tareas habituales debido a problemas de salud no vinculados a su actividad laboral. Entre los casos más habituales se encuentran gripes, infecciones, lesiones leves, dolencias crónicas o cirugías programadas.
Durante este tipo de baja, el trabajador debe acudir a un médico de la Seguridad Social o a la mutua colaboradora, quien emitirá el parte de baja necesario para notificar a la empresa y activar la prestación económica correspondiente. Esta modalidad asegura que el empleado reciba cobertura médica completa y un porcentaje de su salario mientras dure la incapacidad, garantizando tanto su recuperación como la estabilidad económica durante el periodo de ausencia laboral.
Características principales
- Es emitida por un médico de cabecera o especialista.
- La cobertura económica la garantiza la Seguridad Social, generalmente con un porcentaje del salario base, que puede variar según los días de baja y convenios colectivos.
- La duración inicial suele ser limitada, con posibilidad de prórroga según evolución médica.
- No se considera un accidente laboral, por lo que no aplica protección especial en caso de accidente posterior.
Procedimiento de tramitación
- Consulta médica y emisión del parte de baja.
- Entrega del parte a la empresa y, si procede, a la Seguridad Social.
- Control y seguimiento mediante partes de confirmación hasta la reincorporación.
Qué es la baja laboral por accidente laboral
La baja por accidente laboral se produce cuando un trabajador sufre un accidente durante su jornada laboral o en el trayecto hacia o desde el trabajo, conocido como accidente “in itinere”. Esta categoría también abarca las enfermedades profesionales, aquellas patologías que derivan de manera directa de la actividad desempeñada, como problemas musculoesqueléticos por esfuerzos repetitivos o exposiciones a agentes químicos.
En este tipo de baja, es fundamental notificar el incidente de inmediato a la empresa y a la mutua colaboradora correspondiente, que se encarga de supervisar la atención médica, emitir partes de baja y calcular la prestación económica. La cobertura suele ser más completa que en la enfermedad común, incluyendo rehabilitación, tratamientos especializados y seguimiento médico continuado, garantizando tanto la recuperación del trabajador como su reincorporación segura al puesto de trabajo.
Características principales
- Es gestionada normalmente por una mutua colaboradora de la Seguridad Social, con seguimiento médico especializado.
- La compensación económica puede ser superior a la de una baja común, llegando al 75 % del salario desde el primer día, dependiendo de la normativa y convenios aplicables.
- Incluye cobertura adicional para rehabilitación, tratamientos especializados y adaptaciones laborales si el trabajador queda con limitaciones temporales o permanentes.
- Los accidentes laborales están sujetos a informes y certificaciones específicas, tanto del médico como de la empresa.
Procedimiento de tramitación
- Comunicación inmediata del accidente al responsable de la empresa.
- Atención médica en el centro correspondiente o mutua.
- Emisión del parte de baja por accidente laboral, que se entrega a la empresa y a la mutua.
- Seguimiento y, si es necesario, rehabilitación y adaptación del puesto de trabajo.
Diferencias clave entre baja común y accidente laboral
| Aspecto | Baja común | Accidente laboral |
|---|---|---|
| Origen | Enfermedad no relacionada con el trabajo | Accidente durante la jornada o enfermedad profesional |
| Entidad responsable | Seguridad Social | Mutua colaboradora de la Seguridad Social |
| Porcentaje de salario | Aproximadamente 60‑75 % según días | Normalmente 75 % desde el primer día |
| Tramitación | Parte médico entregado a empresa | Parte médico y comunicación inmediata a mutua y empresa |
| Cobertura adicional | Limitada a incapacidad temporal | Rehabilitación, adaptación del puesto, seguimiento especializado |
| Documentación | Parte de baja y confirmaciones | Parte de baja, informes médicos, informe de accidente, certificados de empresa |
Consejos para gestionar cada tipo de baja
- En bajas comunes, cumple con los plazos de entrega de partes médicos y mantén un seguimiento del pago de subsidios.
- En accidentes laborales, informa inmediatamente a la empresa y conserva todos los documentos y certificados médicos.
- Para ambos casos, asegúrate de conocer tus derechos y obligaciones, evitando sanciones o retrasos en la percepción de prestaciones.
- Consulta con tu mutua o asesor laboral ante cualquier duda sobre duración, porcentaje de salario o trámites administrativos.
Conclusión
Comprender las diferencias entre una baja laboral común y una baja por accidente laboral es esencial para proteger tus derechos como trabajador, asegurar la compensación adecuada y gestionar la recuperación de forma eficiente. La baja común se aplica a enfermedades no relacionadas con la actividad laboral y suele implicar un procedimiento más sencillo, centrado en la emisión de partes médicos y la comunicación a la empresa y mutua.
En cambio, la baja por accidente laboral ofrece una protección más amplia, con cobertura especializada, rehabilitación y seguimiento médico específico, adaptado a las necesidades derivadas del accidente o enfermedad profesional. Estar informado sobre los requisitos, plazos y documentación necesaria permite al trabajador recibir prestaciones económicas completas, acceder a la atención sanitaria adecuada y reincorporarse al trabajo de manera segura y ordenada, evitando retrasos o problemas administrativos.


